La fitoterapia contribuye a la salud y el bienestar de las poblaciones, sobre todo en los países en desarrollo, donde desempeña un papel importante en la vía terapéutica. Puede ser una estupenda herramienta de salud pública, que aumente la disponibilidad de servicios y la cobertura sanitaria si se integra adecuadamente en los sistemas de salud.
Para que sea eficaz y segura, esta integración debe basarse en las pruebas científicas más recientes. Aunque los medicamentos tradicionales a base de plantas se basan en prácticas antiguas y naturales, no siempre están libres de riesgos. Su uso indebido expone a los consumidores a efectos secundarios potencialmente graves para la salud, por ejemplo en caso de interacciones farmacológicas o dosis excesivas. En otros casos, pueden ser simplemente ineficaces, pero su uso generalizado ejerce presión sobre los recursos y ecosistemas locales, ya que las plantas medicinales suelen ser recolectadas en la naturaleza.
Por lo tanto, es necesario garantizar la calidad, seguridad y eficacia de los productos vegetales validando científicamente los conocimientos y usos tradicionales.
Para lograrlo, los equipos de la red QUALITY realizan ensayos (in vitro, in vivo y clínicos) para atestiguar la actividad de determinadas plantas o extractos de plantas. También trabajan para identificar marcadores fitoquímicos de eficacia. Estos resultados se recopilan en monografías, otro eje de trabajo de la red, para que sean accesibles.